Por Amaru Ruíz (*)

La actividad extractiva se conoce como la obtención de recursos naturales que luego son comercializados sin pasar por un proceso de transformación; en el extractivismo clásico la actividad extractiva es desarrollada principalmente por sociedades económicas de capital extranjero que se establecen en el país para incrementar los niveles de producción, alcanzar altas tasas de crecimiento económico y generar efectos de derrame[1] en detrimento de la economía local y los bienes naturales.

Para Gudynas (2011) en el extractivismo convencional “el papel dominante lo ejercen las empresas privadas, casi siempre transnacionales, y el Estado tiene un rol subsidiario[2]. En cambio, en el neo -extractivismo, el Estado se convierte en principal protagonista, a través de empresas estatales o mixtas, las que por lo general cuenta con nivel de regalías y facilidades para la extracción. Según Acosta (2011) el neo-extractivismo “mantiene y reproduce elementos clave del extractivismo de raigambre colonial, y añade “con lógicas parecidas a las de las transnacionales: la depredación ambiental y el irrespeto social no están ausentes de sus prácticas”.

Con el régimen de Ortega en 2007, las actividades extractivas aumentaron exponencialmente teniendo a la Muskitia como principal territorio de saqueo y despojo. Además, la participación del Estado como socios de capitales foráneas o simplemente creando empresas estatales para la actividad extractiva marcaron una nueva dinámica en el país.  El “neo-extractivismo orteguista” presenta algunas similitudes con el neo-extractivismo progresista sudamericano que describe Gudynas (2011), pero añade su propio estilo, que se ha caracterizado por crear empresas estatales y paraestatales, beneficiar a un nuevo capital emergente de empresarios cercanos al gobierno, tener fondos de uso discrecional, como los provenientes de la cooperación venezolana y un régimen autoritario para controlar todo tipo de concesiones extractivas del país.

3.1.          La Muskitia de Nicaragua

La Muskitia[3] del país comprende un área de 67,906 km2 lo que representa el 52% de la superficie territorial de Nicaragua, además posee 45 mil km2 de plataforma marítima continental y aproximadamente uno 700 kilómetros de costas. Está conformada por la Región Autónoma de la Costa Caribe Norte (RACCN) que contiene 8 municipios, la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur (RACCS) que contiene 12 municipios y el Departamento de Rio San Juan (RSJ) que contiene 6 municipios. La población de la Muskitia es multiétnica[4] conformada por al menos 7 identidades étnicas y representa el 16% de población total del país, siendo el 49% mujeres y el 50% hombres, la mayoría de esta población viviendo en zonas rurales (62%).

En el caribe también se ubica 5 de los 9 Pueblos Indígenas y Comunidades Afrodescendientes del país y es donde se encuentra el 56% de la población indígena y afrodescendientes; estos pueblos han luchado por su reconocimiento y la titulación de sus territorios que abarcan actualmente el 42% de toda la Muskitia y que se superpone al modelo de división administrativa de los municipios. En la Muskitia se ubican 22 áreas protegidas representando el 85% de la superficie total de las áreas protegidas del país; además contiene el 72% del área forestal, el 70 % de la producción pesquera del país y el 95% de las cuencas hídricas drenan en esta región.

3.2.          Antecedentes extractivos

Para entender como se ha impuesto el neo – extractivismo en la Muskitia de Nicaragua primero vamos a describir brevemente los diversos periodos de los procesos extractivos en esta región para luego analizar la situación actual. El primer periodo se remonta al proceso de colonización británica (1633-1860) de la Muskitia[5], donde se desarrollaron las primeras plantaciones de caña de azúcar e índigo, con mano de obra de esclavos negros, sobre las riberas del Rio Coco y del Rio Escondido; además se generaron los primeros procesos de saqueo de la biodiversidad con la explotación de madera y fauna.

El segundo periodo (1860-1979) comprende una serie de hechos que inicia con el Tratado de Managua (1860) en el que se crea el municipio de Reserva Mosquita y se establecen regulaciones de las tierras públicas y recursos naturales dentro de sus límites; lo que posteriormente permitió la instalación de enclaves de producción de bananos, extracción de madera y minería de capital norteamericano. La economía de enclave en la Muskitia se profundiza con Zelaya (1894) otorgando concesiones monopólicas para las plantaciones bananeras, que incluyó la militarización de la región, el cambio de régimen de propiedad con la ley agraria nicaragüense, la colonización mestiza de territorios de la Muskitia con la creación del departamento de Zelaya y la eliminación de la autonomía de la Reserva Mosquita.

Con la dictadura familiar de los Somoza (1937) se continuó favoreciendo los enclaves económicos, pero también se fomentó la inversión extrajera para lograr la instalación de compañías multinacionales en el país, orientando la economía a la exportación de café, algodón, caña de azúcar y carne. Este auge económico tuvo repercusiones en la Muskitia debido al avance de la frontera agrícola, la colonización de sus territorios y la “modernización de la agroindustria y la pesca industrial”.

El tercer periodo (1979-2007) incluye dos momentos, el triunfo de la revolución sandinista y la instalación de los gobiernos neoliberales (1990). El gobierno sandinista estableció una economía mixta (publico-privado) con una política agraria con fuerte control del Estado, quien concentró la tierra y trató de cooperativizar la propiedad comunal que estaba siendo reclamada por los diversos grupos indígenas, que posteriormente se organizaron por sus derechos territoriales hasta alcanzar la creación del Estatuto de Autonomía (1987). Los gobiernos neoliberales (Chamorro, Alemán, y Bolaños) fomentan un mercado neoliberal que incluye la privatización, la liberalización y la desregulación del Estado frente a las empresas de capital nacional y transnacional; además se profundiza la colonización interna hacia la Muskitia del país, favoreciendo los enclaves de explotación forestal, agrícola y minera, y el avance de la frontera agrícola.

3.3.         El régimen de Ortega y el Neo-extractivismo

Con la entrada del régimen de Ortega en 2007 no hubo ninguna transformación estructural de la agenda neoliberal de los gobiernos anteriores, lejos de cambiar el modelo económico que venían gestando sus antecesores, no hizo más que profundizar el neo-extractivismo como política pública. Una de las primeras reuniones que sostuvo el gobierno al inicio de su primer mandato fue con el sector empresarial nicaragüense (gran capital) y con la Comisión Empresarial de América Latina[6], la agenda del trabajo en conjunto fue sobre el sector agropecuario, el energético, las zonas francas, las infraestructuras, el sector financiero y el “desarrollo” (entiéndase saqueo) de la Muskitia. Con esta reunión se dio inicio a una estrecha alianza con el sector privado llamada “modelo de dialogo, alianzas y consensos” fortalecida continuamente[7] en sus siguientes mandatos a través de la reforma constitucional en 2014[8], y la aprobación de la Ley Público-Privada en 2016.

La alianza permitió no solo que se mantuvieran las actividades extractivas, sino que aumentaran y se convirtieran como las actividades más importantes para la economía de exportación (minería, ganadería, monocultivos entre otros). Algunas particularidades que se le presentaron al régimen de Ortega permitieron dar una cierta legitimidad a la continuación del extractivismo frentes a algunos sectores históricamente marginados del país. Una de esas particularidades fue la cooperación venezolana que representó unos 3.8 mil millones de dólares entre el año 2007 y 2017[9] con un promedio anual de 349 millones, la que en parte se utilizó con mucha discrecionalidad para proyectos sociales y productivos de corte asistencialista y clientelares a familias marginadas y simpatizantes del partido FSLN.

Otra de las particularidades fue el acceso a los financiamientos de los organismos multilaterales como el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Centroamericano de Inversión Económica (BCIE) entre otros, debido al lobby en conjunto con el sector privado y el estricto cumplimiento de las indicaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI). La Inversión Extranjera Directa fomentada por las facilidades de mano de obra barata, ventajas tributarias y condiciones de seguridad promovidas por Ortega, también generó una ventaja económica, atrayendo 1.5 mil millones de dólares en 2017[10], teniendo una tasa de crecimiento promedio de 17% desde el 2009; donde una buena parte de los proyectos eran para actividades extractivas vinculadas a los sectores industriales (39.2%) y mineros (5.5%).

a)     Énfasis de los Programas de Desarrollo Humano

Ortega ha presentado cuatro Programas Nacionales de Desarrollo Humano (PNDH) de forma sucesiva, estos programas cubren los periodos de 2009-2011, 2012-2016, 2018-2021 y 2022-2026. Desde la elaboración del primer PNDH (2009-2011) se estableció cual sería el modelo de desarrollo que se impuso para la Muskitia que según Ortega se basa en que “Las perspectivas económicas inmediatas de la Costa Caribe están alineadas a una serie de programas que están en ejecución, y otros que se encuentran en una fase de estudio o gestión de recursos. Estos programas han sido concebidos por el sector privado, las comunidades, y el sector público a través de su política de desarrollo para la región. De tal manera, que el impacto del programa de infraestructura se verá reflejado en el repunte económico de la Costa Caribe previsto a más largo plazo. Sin embargo, para el corto y mediano plazo se han identificado una serie de actividades con alta probabilidad de éxito en la generación de empleo, aumento de exportaciones, y crecimiento del PIB” con esta visión se ha venido implementando una serie de programas vinculados mayoritariamente a la construcción de infraestructura (principalmente vial y eléctrica) y las actividades extractivas.

Los dos primeros PNDH establecieron una inversión requerida de 990 millones (PNDH 2009-2011) y 2,545 millones de dólares (PNDH 2012-2016) respectivamente, los otros dos PNDH no se conoció públicamente si hubo una planificación de la inversión para su ejecución. En primer PNDH el 78,5% de los recursos estarían destinados al eje de transformación económica, equitativa, sostenible y armónica, siendo el 30% de los recursos destinado a infraestructura y el 40% a actividades extractivas; los otros ejes, como el de bienestar socioeconómica tenía planificado el 19% de la inversión total, mientras que el eje de desarrollo institucional autonómico se destinaría el 2,6%.

En el segundo PNDH la planificación el 87% de la inversión estaría destinado al eje de transformación económica, equitativa, sostenible y armónica entre los seres humanos y la naturaleza, siendo el 50% para infraestructura eléctrica, el 22% para infraestructura acuática y el 9% a actividades extractivas; los otros ejes como bienestar socioeconómico tenían planificado el 10% de la inversión total, mientras que el eje de desarrollo institucional el 2,3%. En ambos casos estos PNDH muestran las tendencias de las prioridades que Ortega ha definido para la Muskitia, a pesar de que no se cuentan con los informes de ejecución de dichos planes.

Tabla 3: PNDH y su énfasis hacia la Muskitia.

b)     La Muskitia en venta

Como parte de la continuidad política de promoción de la inversión extranjera promovida por Bolaños, Ortega oficializó en 2015 mediante la Ley 915, la agencia de promoción de inversiones y exportación (PRONicaragua) como un ente descentralizado bajo la rectoría sectorial de la Presidencia de la Republica. PRONicaragua estaba conducida por el ministro delegado presidencial y general en retiro Álvaro Baltodano; y el asesor presidencial e hijo de Ortega, Laureano Ortega, hasta octubre del año 2022. Como parte los objetivos de esta agencia estaban el fomento y promoción de la inversión en el país, y particularmente la promoción de inversiones en la Muskitia, hasta constituirse una estructura de inversión privada en el Caribe llamada PRONicaribe[11].

Esta agencia contribuyó a aumentar los ingresos de la inversión extranjera directa pasando de 626 millones en 2008 ha 1,670 millones de dólares en 2017[12] lo que representó 266% de aumento de la inversión y el aumento del 58% en la diversificación de los países de origen de la inversión. Esto trajo consigo las instalaciones de varios proyectos extractivos en la zona del caribe nicaragüense, vinculado a la extracción forestal e instalación de plantaciones forestales, el aumento de la inversión en proyectos mineros, el aumento de la actividad ganadera, y proyectos vinculados a los agronegocios.

PRONicaragua en conjunto con PRONicaribe posicionaron a la Muskitia[13] como un territorio “atractivo” para la inversión a través de algunas de las siguientes características de la región del caribe:

  • Abundantes tierras a precios competitivos: Con más de 4.9 millones de hectáreas aptas para la agricultura, Nicaragua es reconocido por sus competitivos costos de tierra con relación a sus vecinos en el resto de Centroamérica y el Caribe insular. Adicionalmente, características como la topografía variada y clima de la región, aunado a los abundantes recursos hídricos con que cuenta, la hacen muy atractiva para el desarrollo de diferentes actividades agroindustriales.
  • Talento abundante y calificado: El talento humano de la Muskitia se caracteriza por ser joven y dinámico y es reconocida por ser flexible y altamente productiva para todo tipo de sector, con buenos hábitos de trabajo y con capacidad de aprender rápidamente.
  • Los costos laborales más competitivos de Centroamérica: Nicaragua es la plataforma de inversiones y exportaciones más competitiva de América para operaciones que requieren procesos intensivos en mano de obra.
  • Un clima favorable para las inversiones: Nicaragua cuenta con un Gobierno pro-inversiones que promueve el diálogo y el trabajo conjunto con el sector privado. Este modelo de alianza y consenso ya se ha oficializado en el Artículo 101 de la Constitución Política del país.
  • Atractivos incentivos para la inversión: Nicaragua ofrece generosos incentivos fiscales a la inversión y un marco legal sólido y confiable.

La forma en que esta agencia posicionó a la Muskitia fue presentarla como atractiva para el saqueo y despojo, donde se le aseguraba al inversionista la disponibilidad de tierras, a precios bajos y con abundante agua; con muchos jóvenes dispuestos a trabajar en cualquier horario y en cualquier condición, y con los costos de mano de obra más baratos de la región; con un gobierno que apoyaría siempre al inversionista y con generosas exoneraciones fiscales. Este resumen de beneficios fue irresistible para diversos proyectos neo- extractivistas que se instalaron en la Muskitia.

c)     El Neo-extractivismo forestal

Uno de los casos más emblemáticos del “Neo-Extractivismo Orteguista” es el de la empresa Alba Forestal S.A., dicha empresa nace bajo el estatus de empresa Sociedad Anónima en 2009, con capital mixto venezolano-nicaragüense[14] y como un “programa socialista” dentro del marco de la Alianza Bolivariana de las Américas, iniciativa de Alba Alimentos de Nicaragua S.A (ALABLINISA). El objetivo principal de esta empresa era aprovechar la madera tumbada por el Huracán Félix e impulsar el desarrollo de la Forestaría comunitaria y manejo sustentable del recurso bosque en los próximos 20 años.

Tras el paso del Huracán Félix en 2007 los impactos a los recursos forestales se cuantificaron en 1.3 millones de hectáreas en la zona del Caribe Norte de Nicaragua, esto trajo consigo intereses madereros de explotar estos recursos forestales. Alba Forestal S.A. se convirtió en un monopolio para la extracción forestal en el bosque natural de la Muskitia Norte, extrayendo un estimado de 5 millones de metros cúbicos, es decir unos 73,855 contenedores de madera, solamente entre 2014 y 2016 se logró obtener ganancias de 5.8 millones de dólares. Aunque existían compromisos de la empresa para beneficiar en la generación de empleo, el aprovechamiento comunitario, la reinversión y distribución de las ganancias y los procesos de reforestación, estas promesas no se cumplieron[15].

Pese que el objetivo de la empresa Alba Forestal S.A. era la extracción de la madera caída o tumbada por el huracán, se encontraron que la madera suave que no se sacó a tiempo se pudrió o se consumió en las quemas no controladas que se dieron después del huracán; lo que género que la empresa extrajera bosque en pie, en diversas comunidades indígenas y afrodescendientes del Caribe Norte. Luego de 4 años de operación en la zona de Maniwatla, las comunidades SIPBAA y Kuakuil II, empezaron a extraer madera del territorio de las Diez Comunidades, El Naranjal, Laguna de Kukalaya, Layasiksa, Risco de Oro, Wasakin y otras comunidades de aportes menores. Algunas de estas comunidades se ubican en la Zona de Amortiguamiento de la Reserva de Biósfera Bosawás, en territorios Miskitu y en Reservas Naturales como la laguna de Layasiksa y la laguna de Kukalaya.

En 2014, la razón social del Alba Forestal S.A. paso a llamarse N&H Wood Products; la mayoría de los empresarios madereros de gran capital en Nicaragua le compraron madera “sucia” a alguna de estas dos empresas vinculadas al capital venezolano, incluida la Corporación Intermunicipal de Desarrollo Económico Local (CIDEL). Tanto Alba Forestal S.A., y N&H Wood Products controlaron la oferta de madera a nivel nacional e internacional y contaron con todas las autorizaciones necesarias por las instituciones del Estado.

Ortega ha venido modificando la legislación forestal para sus propios intereses, con el Decreto No. 92-2007 permitió el aprovechamiento especial del recurso forestal derribado por el huracán Félix, luego levantó la veda forestal de los árboles de la especie de Pino mediante el Decreto No. 82-2009, también reformó la ley 462, Ley de Conservación, fomento y Desarrollo Sostenible del Sector forestal para controlar las decisiones del sector forestal desde presidencia a través de la Ley 947; inclusive ha permitido la extracción forestal tras el paso de los huracanes Iota y Eta mediante resolución administrativa N°. CODF 54-2020 y ha levantado la veda forestal de especies como Cedro Real y Pochote mediante el Decreto 02-2022. Estos decretos y resoluciones también incluyen las zonas de áreas protegidas dentro de los territorios indígenas y afrodescendientes, lo que sigue fomentando y permitiendo la explotación forestal en detrimento de los bosques que conservan estas comunidades.

d)     Neo-Extractivismo Minero

Otro de los casos más emblemáticos para describir el Neo-extractivismo Orteguista es vinculado al extractivismo minero. Ortega ha concesionado el 23% de la superficie del país, de las 229 concesiones de minera metálica existentes más del 70% de estas ubicadas en la Muskitia, el 63% de las concesiones se han otorgado al año 2020 y el 36% estaban en procesos de otorgamiento, muchas de las cuales ya se han entregado al año 2023. Analizando solamente las concesiones otorgadas al año 2020 podemos decir que Ortega ha sido el que más ha concesionado el territorio nicaragüense para la minería metálica, con 114 concesiones en tres periodos consecutivos, lo que representa un aumento del 356% con respecto a los tres periodos de los gobiernos neoliberales anteriores.

Gráfico 2: Crecimiento de las concesiones. Fuente: Elaboración propia a partir de la Base de Datos del MEM.

Además, el régimen de Ortega-Murillo en 2017, aprobó la Ley N.º 953, ley creadora de la Empresa Nicaragüense de Minas (ENIMINAS) y junto con esta ley se estableció modificaciones al manejo de las Área de Reserva Minera Nacional; según el Ministerio de Energía y Minas al año 2021, estás reservas mineras abarcan 836,688 hectáreas lo que representa el 7% de la superficie territorial del País. El MEM también asegura que la superficie disponible para el desarrollo de la actividad minera es de 4,2 millones de hectáreas es decir el 36% de la superficie territorial del país.

Las concesiones mineras diversos territorios indígenas y afrodescendientes, se ha cuantificado 141 concesiones de minería dentro de estos territorios, 69 concesiones otorgadas y 72 solicitadas; además de 42 lotes que se han declarado Áreas de Reserva Minera. Es decir, un total de 183 lotes de concesiones y áreas de reserva minera se encuentran en territorios indígenas y afrodescendientes, el 76% de los cuales están ubicados principalmente en la Muskitia Norte.

Gráfico 3: Mapa uso de suelos y concesiones mineras en territorios indígenas.
Fuente: Elaboración propia a partir de información de Fundación del Río.

Las empresas e individuos beneficiados con las concesiones otorgadas hasta 2020 son 54, sin embargo, unas cuantas son las que manejan la mayor parte de las titularidades de los derechos de concesión otorgados. Cinco de las empresas manejan más del 60% de las hectáreas concesionadas y la mayoría son de capital extranjero; por lo general las empresas o grupos financieros internacionales tienen empresas subsidiarias o compran los derechos de concesión a empresas constituidas en el país que se encargan de las primeras fases de los proyectos mineros y debido a esto, es complejo rastrear quienes tienen o van a tener la titularidad de los derechos de concesión.

De las primeras 15 empresas con concesiones otorgadas, se ha identificado que las empresas de origen canadienses son las que tienen mayor cantidad de concesiones y juntas abarcan el 35% del área concesionadas, una sola empresa colombiana tiene el 21% del área concesionada, empresas nicaragüenses tienen el 11% y empresas del Reino Unido tienen el 10%. Es importante mencionar que en los proyectos de extracción minera también existen sociedades en la que dos o más empresas tienen acciones en los derechos de concesión, es decir que puede haber concesiones mineras que sean de dos empresas al mismo tiempo.

Tabla 4: Concesiones y empresas beneficiarias.
Fuente: Elaboración propia a partir de bases de datos de Fundación del Río.

Tras fomento de la minería industrial por parte de Ortega, también se ha permitido el avance de la minería ilegal artesanal en al menos 38 municipios del país, incluyendo el departamento de Rio San Juan y las regiones del Caribe Sur y Norte. Esta minería ilegal que está estrechamente ligada con la minería industrial en sus canales de comercialización y exportación está generando graves impactos dentro de la Reserva Biológica Indio Maíz y de la Reserva de Biosfera de BOSAWÁS, por la utilización de mercurio y el aumento de la conflictividad.

Por otro lado, en lo que va del año 2023 se conoció el otorgamiento de 5 concesiones nuevas en la Muskitia Sur, beneficiando a una sola empresa minera Calibre Mining Nicaragua SA, con un área 226,083 hectáreas, además están en proceso de aprobación 5 concesiones adicionales que abarcarían otras 188,775 hectáreas para esta misma empresa, el panorama con estas nuevas concesiones es de convertir a la Muskitia Sur como una nueva región de extracción minera del país. Así mismo, se ha tenido información de la entrada de empresas mineras de origen chino, llamadas Zhong Fu Development SA, Santa Rita Mining y HYTS Resources Development SA las tres empresas con concesiones otorgadas, las primeras dos ubicadas en la Muskitia Norte y la última en la Muskitia Sur del país.

e)     Neo-Extractivismo Ganadero

Una de los sectores más fomentado y favorecido por Ortega ha sido la ganadería extensiva, primero a través de inversiones, préstamos y programas con fondos venezolanos que promovían la ganadería en sus dos primeros periodos, y luego a través del fomento de la inversión extranjera directa en este sector. Esto hizo que aumentara un 62% el hato ganadero del país, pasando de 3.6 millones de cabezas de ganado en 2007 ha 5.8 millones de cabezas de ganado en 2022, esto también ha generado un aumento en el área de pasto de 5.7 manzanas, representando una carga animal en promedio de 0.8 unidad animal por manzana.

La ganadería extensiva ha sido la principal causa de la deforestación de Nicaragua, el aumento de pasto es proporcional a la disminución de los bosques del país, según la FAO (Van der Hoek, y otros, 2021) el 56% de las tierras forestales se han reconvertido a pasturas dentro del periodo de 1969 al 2015, el 90% de esta deforestación se ha concentrado en 10 áreas protegidas de la Muskitia de Nicaragua, entre ellas BOSAWAS, Cerro Silva, Punta Gorda, Cerro Saslaya e Indio Maíz, entre otras. Casi el 50% de la ganadería se ubica en la Muskitia incluyendo al departamento de Rio San Juan, y según la FAO (2021) cerca del 67% de las tierras actualmente usadas para la ganadería tiene uso inadecuado ya sea porque se ubica en suelos con texturas pesadas, son áreas con alta probabilidad de inundación y/o son zonas donde no se deberían de promover actividades de cambio de uso de suelo como en los Territorios indígena y afrodescendientes o Áreas Protegidas.

Gráfico 4: Uso inadecuado del suelo.
Fuente: FAO 2021. Confrontación de Uso Para la Ganadería.

Precisamente las áreas donde hay una mayor concentración de áreas con un uso inadecuado para la ganadería se encuentran en la Muskitia, representando el 30% de las áreas afectadas por malas prácticas. Este porcentaje puede aumentar, porque se ha mantenido el avance de esta actividad generando mayor presión y desplazamiento de ganaderos que invaden Áreas Protegidas y Territorios Indígenas y Afrodescendientes de la Muskitia.

En el caso de la Reserva Biológica Indio Maíz se han identificado cinco rutas de comercialización del ganado que es engorado en la reserva. Una de estas, es utilizada para el contrabando hacia Costa Rica; otras dos se dirigen a los puestos de básculas[16] ubicadas en Nueva Guinea; mientras las otras dos rutas, siguen hacia las básculas ubicadas en El Castillo. Las cuatro rutas que pasan por las básculas son las que van dirigidas a los principales mataderos del país, MACESA, Sukarne, San Martin y Novatierra para que estos transformen y exporten a diversos destinos, principalmente al mercado estadounidense. En la siguiente figura se puede apreciar la dinámica ganadera que se está generando en el Territorio Rama y Kriol y la Reserva Biológica Indio Maíz.

Gráfico 5: Encadenamiento bovino producido ilegalmente en la Reserva Biológica Indio Maíz. Fuente: NITLAPAN, Fundación del Río.

f)      Otros sectores extractivos

La industria del monocultivo de palma africana también ha ido en aumento con Ortega, esta industrial al año 2016 acaparaba unas 48,142 hectáreas principalmente en la región de la Muskitia, según el informe De Camino (2018), a través de nueve empresas: PALCASA, Nicavista, Extraceite, Kukra Development Corp., Oleo Caribe, CANSA, San José, Agrodesarrollo y Caribbean Dream World. En el año 2000 el área de palma era de 4,561 hectáreas de área sembradas, lo que ha representado un incremento del 955% al 2016. El mismo informe señala que entre el año 2010 y 2016, la palma africana había sustituido en 24.5% al bosque y 72.9% al uso agropecuario.

En el caso de los procesos exploración petrolera Ortega también ha venido fomentando la entrega de estas concesiones y modificando el marco legal para disminuir los controles ambientales que deberían de tener las empresas en fase de exploración, todo esto en la búsqueda de petróleo en las plataformas marítimas de pacífico y atlántico del país.  Desde 2008 ha otorgados 10 concesiones de exploración, 4 en el caribe y 6 en el pacífico, beneficiando a unas 7 empresas, MKJ Exploraciones Internacionales SA, Repsol Exploraciones, Noble Energy, Industrias Oklahoma Nicaragua, Statoil, Infinity Energy Resources y Pan American Oil Limited.

3.4.         Consideraciones finales

Es sumamente importante seguir estudiando y profundizando sobre las características del modelo Neo-extractivista impuesto por Ortega, primero porque establece una serie de particularidades que se diferencian de los gobiernos progresistas suramericanos, como el de impulsar una nueva elite económica que toma el control de los negocios extractivos y que le asegura de mantener vinculado a su familia, su partido y al ejército en estas sociedades empresariales. Además, el corte dictatorial y represivo que se acentuó después del año 2018 se aleja de la izquierda democrática en la que se basaron sus homólogos del sur. Por último, muchos de estos comportamiento y patrones extractivos los estamos viendo también en otros países de la región, como Honduras y Guatemala, lo que puede ser el inicio del Neo-extractivismo orteguista en Centroamérica.

(*) Presidente de Fundación del Río.


[1] La teoría del goteo o derrame sostenía que un mayor crecimiento en sectores específicos terminaría produciendo mayores ingresos, mayor empleo y consumo a la sociedad en general.

[2] Para Gudynas, El Estado asegura ciertas reglas que protegen a esas empresas, tales como el libre flujo de capitales, concesiona favorablemente zonas de explotación, asegura los permisos indispensables (laborales, ambientales, de localización, etc.), o simplemente no aplicar controles ni regulaciones.

[3] Para el autor la Costa Caribe de Nicaragua es integrada por las dos Regiones Autónomas y el Departamento de Rio San Juan

[4] Miskitu, Mayangna, Ramas, Creoles, Garífunas, Mestizos y Costeños. La identidad Costeña se considera una identidad en construcción que parte de la autoidentificación de la población que es nacida en la costa, principalmente mestiza o que se ha mezclado con otras etnias autóctonas de la Costa Caribe.

[5] En este periodo era denominada la Costa de la Mosquitia

[6]https://www.notimerica.com/politica/noticia-nicaragua-daniel-ortega-reunira-martes-sector-empresarial-nicaraguense-combatir-pobreza-20070617193330.html

[7] Rose J. Spalding. Los empresarios y el estado posrevolucionario: el reordenamiento de las élites y la nueva estrategia de colaboración en Nicaragua. 2017

[8] CPN. Artículo 101: Los trabajadores y demás sectores productivos, tanto públicos como privados, tienen el derecho de participar en la elaboración, ejecución y control de los planes económicos, conforme el modelo de diálogo, alianza y consenso impulsado por el Estado, con el objetivo de elevar la productividad a través de una mejor educación y capacitación, mejores formas de organización de la producción, adopción de tecnologías modernas, inversión en capital productivo renovado, mejor infraestructura y servicios públicos.

[9] FUNIDES, Nicaragua en Crisis Política y Socioeconómica, Informe de Coyuntura 2018.

[10] PRONicaragua, 2019. Guía del Inversionista 2019. Managua.

[11] Octavio Mederos Marrero. Análisis para el desarrollo de una política de fomento de la inversión desde un enfoque nacional y aplicación para una región prioritaria de Nicaragua. 2015

[12] PRONicaragua, Guía del Inversionista, 2021.

[13] PRONicaragua, La Costa Caribe de Nicaragua. 2017

[14] Véase https://www.divergentes.com/el-ruinoso-legado-de-alba-forestal/

[15] Véase https://www.connectas.org/el-ruinoso-legado-de-alba-forestal/

[16]Las básculas o pesas son negocios privados que se establecen en las comunidades, en ellas se realizan todas las transacciones de compraventa de ganado antes de embarcarse para los mataderos y en ellas también se puede observar el ganado proveniente de la Reserva Biológica Indio-Maíz, lo que representa una conexión entre ambos elementos.